¿Por qué es tan difícil que nazca un oso panda?
Pero no es fácil. El panda se reproduce con dificultad en cautividad. Para empezar las hembras solo ovulan una vez al año, y el espacio de tiempo en que pueden ser inseminadas por un macho es muy corto, entre 36 y 40 horas. Si la fecundación no ocurre en ese periodo, habrá que esperar a la primavera siguiente para intentarlo de nuevo.
Los propios osos tampoco parecen tener demasiado interés en aparearse. Son animales muy solitarios, que sus cuidadores suelen mantener en espacios separados para que no se ataquen unos a otros, y los machos no siempre completan el apareamiento, por lo que las inseminaciones artificiales suelen ser la forma más segura de completar la fecundación.
Una vez inseminadas, tampoco es fácil saber si el embarazo se ha producido. Los niveles de progesterona son los mismos si la hembra está preñada o no, y llevará a cabo los mismos comportamientos (más horas de sueño, construir un nidos, etc) tanto si lleva un feto en el útero como si no. Un feto que, además, es muy difícil de distinguir en una ecografía. Por último, el embarazo de una osa panda no siempre dura lo mismo, puede variar entre los tres y los seis meses, ya que tienden a dar a luz cuando las condiciones ambientales son las mejores para que sobrevivan los oseznos.
Por todo esto, que un panda llegue a nacer en cautividad se considera todo un éxito, y que sobreviva a sus primeras semanas de vida, aún más. Un los últimos años, China ha hecho un esfuerzo considerable para recuperar los números de este animal, y desde 2013 ha tenido éxito en una veintena de ocasiones.
Pero con el nacimiento no acaba el esfuerzo: criar a un pequeño panda tampoco es nada fácil...
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